Las puertas blindadas han sido desbancadas por las Puertas Acorazadas en lo que a seguridad se refiere. El principal material, acero, empleado para la fabricación de puertas acorazadas ofrece una robustez y resistencia muy superiores a la madera. Esta nueva definición para una puerta de Seguridad, Puerta Acorazada, es la que ya está calando en nuestra sociedad, reflejándose en un aumento espectacular de la demanda. Las puertas acorazadas están diseñadas para ofrecer seguridad a su más alto nivel, sin perder de vista el diseño de sus acabados.
Las puertas Acorazadas son panelables, lo que permite combinar una decoración exterior con una decoración interior diferente. Además se puede instalar la puerta al principio de la obra y terminarla una vez finalizada ésta, evitando dañar la hoja con los golpes y arañazos que inevitablemente suelen producirse. Además se puede revestir la hoja con paneles de cualquier modelo (ver apartado de tableros y decoraciones).
Diferencias entre una puerta blindada y acorazada.
La puerta blindada: tanto bastidor de la hoja como el marco son de madera. La única protección antivandálica se encuentra en la hoja de madera que suele incorporar en su interior una lamina de acero.
La puerta acorazada: El marco y la hoja son de acero: la hoja es una estructura reforzada de acero panelable, y el marco también es de acero que se recubre con el mismo material que la hoja.
Las ventajas son considerables en cuanto a seguridad y acabado.
¿Por qué una Puerta Acorazada?
Sentirnos seguros en nuestra casa nos hace más felices. Proteger nuestro hogar y familia es posible pero debemos asesorarnos adecuadamente. No queremos que la seguridad de nuestra familia dependa de la “Lotería del Robo”.
El ladrón es un profesional que se comporta racionalmente y planifica cada robo de acuerdo a:
Expectativa de botín.
El riesgo de poder ser detectado.
La resistencia ofrecida por la puerta de la vivienda.
Si el ladrón encuentra una puerta con poca resistencia al ataque, el éxito en su actuación está prácticamente asegurado. Resultado: en poco tiempo y sin prácticamente ruido, el ladrón vence la batalla al propietario.
Pero cuando una puerta ofrece alta resistencia al ataque aumenta el tiempo, ruido y riesgo para el ladrón. Resultado: el ladrón desiste por miedo a ser descubierto, el propietario vence la batalla al ladrón.
Si la puerta ofrece verdadera resistencia el ladrón buscará alternativas más vulnerables que le resulten menos arriesgadas.
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